En el ámbito de Provincias Unidas, hay una firme convicción de que el gobierno libertario de Javier Milei está atravesando sus últimos dos años en el poder. Ante este escenario, la estrategia se centra en captar el voto de aquellos que, en 2023, eligieron a Milei como presidente. La intención es consolidar un nuevo bloque que se asemeje a Juntos por el Cambio.
Esta maniobra resulta interesante, ya que implica dejar de lado la posibilidad de un acuerdo con el peronismo. Los gobernadores se posicionan como una alternativa de centro, buscando atraer a los votantes que hace dos años se alinearon con la derecha. Están convencidos de que, a medida que el gobierno pierda fuerza, encontrarán un espacio significativo en el electorado.
"Vamos a trabajar en una gran PASO", afirma un líder destacado dentro de este armado federal. Además, recuerda que, aunque las primarias obligatorias se suspendieron para este año, siguen siendo relevantes de cara a las elecciones de 2027.
La mayoría de los gobernadores que integran este bloque enfrenta una situación complicada. Asumieron en 2023 en un contexto de severo ajuste por parte del gobierno nacional hacia las provincias, un impacto que se siente con mayor fuerza en los nuevos mandatarios.
Los gobernadores de Provincias Unidas, junto con Jaldo, se opusieron a la ley de combustibles. Sin recursos y sin obras provenientes de la Nación, les resulta difícil demostrar una gestión eficaz. El gran dilema radica en cómo justificar su elección frente a quienes gobernaban las provincias antes de la última elección ejecutiva.
Esto podría explicar algunas votaciones en el Congreso que favorecieron al gobierno. Esta semana, los gobernadores de Provincias Unidas, en conjunto con los peronistas Osvaldo Jaldo y Gustavo Sáenz, decidieron rechazar la ley de distribución del impuesto a los combustibles, una iniciativa que ellos mismos habían presentado y que es fundamental para la realización de obras viales.
En una jugada sorprendente, los gobernadores instruyeron a sus diputados para que se ausentaran de la votación del proyecto, que ya contaba con media sanción del Senado y que terminó votándose cerca de las 3 de la madrugada, en un recinto casi vacío.
Los gobernadores lanzaron una advertencia contundente: "Milei nos lleva al abismo". Entre las 119 ausencias registradas en el recinto, se contaron casi 20 diputados que, durante casi dos años, habían solicitado esta ley. El entrerriano Rogelio Frigerio mandó a ausentarse a Francisco Morchio y Marcela Antola. Por su parte, el mendocino Alfredo Cornejo hizo lo mismo con Lisandro Nieri y Pamela Verasay. Ambos son aliados de La Libertad Avanza, lo que da sentido a su decisión, a pesar de haber sido firmantes del proyecto.
Sin embargo, lo más notable fue la actuación de Provincias Unidas, el nuevo bloque que se presenta como una alternativa a Milei. Entre los ausentes se encontraban el santafesino Mario Barletta, que responde a Maxi Pullaro; la cordobesa Alejandra Torres, de Martín Llaryora; el jujeño Jorge Rizzotti, de Carlos Sadir; y la correntina Sofía Brambilla, cercana a Gustavo Valdés.
Además, faltaron otros cuatro diputados de Provincias Unidas que no tienen un jefe provincial, pero forman parte del armado: Miguel Pichetto, Florencio Randazzo, Emilio Monzó y Margarita Stolbizer.