Empresas multinacionales y actores de Wall Street demandan que Karina Milei quede excluida de las reuniones entre ejecutivos y el gobierno argentino por razones de compliance.
El concepto de compliance se refiere al conjunto de políticas que una empresa adopta para actuar de manera ética, evitando sanciones o daños a su reputación.
Karina representa un riesgo significativo debido al caso Libra, que llegó a los tribunales de Estados Unidos, así como por las acusaciones de sobornos en la Agencia Nacional de Discapacidad, reveladas por Diego Spagnuolo. Los empresarios temen que, al establecer acuerdos con la hermana de Javier Milei, la Justicia pueda intervenir en algún momento.
En el ámbito empresarial, no existe claridad sobre si la preocupación por el compliance es una justificación para evitar que Milei se presente con su hermana en las reuniones.
Sin embargo, parece que ya se ha tomado nota de esta situación: Karina no asistió a la reunión que el presidente mantuvo la semana pasada con altos ejecutivos de OpenAI, justo antes de anunciar la inversión más significativa de su mandato, que se desvaneció en cuestión de días.
Antes de que se hiciera evidente su conexión con el narcotráfico, José Luis Espert actuaba como un enlace discreto entre empresarios y el gobierno, dado que Karina había adquirido la reputación de ser una recaudadora.
Ante este panorama complicado, los opositores a Karina, especialmente aquellos que responden a Santiago Caputo, aprovechan la oportunidad para insinuar que la hermana del presidente podría quedar fuera del gabinete tras las elecciones.
Aunque esto parece un escenario poco probable, considerando el apoyo que Karina representa para el presidente, en Las Fuerzas del Cielo confían en que podría haber un cambio en la situación debido a la influencia política que los emisarios de Donald Trump están ganando en el gobierno.

