El Fondo Monetario Internacional tomó una decisión política crucial al liberar USD 2.000 millones correspondientes a la primera revisión del préstamo pactado con el gobierno de Javier Milei. Esta acción se llevó a cabo a pesar del incumplimiento en la meta de acumulación de reservas, lo que evidencia un claro giro en la estrategia del organismo internacional.
En su comunicado, el FMI destacó la implementación de políticas firmes dirigidas al control de la inflación y la estabilidad fiscal. Sin embargo, también reconoció que Argentina no logró alcanzar el objetivo de reservas netas establecido para mediados de junio. A pesar de esta falta de cumplimiento, el organismo aseguró que el Gobierno adoptó “medidas correctivas” para corregir el rumbo, aunque no especificó cuáles son ni proporcionó datos cuantitativos sobre el progreso hacia la meta. Esta falta de cifras resulta notable, considerando que el FMI se presenta como un organismo técnico.
Un aspecto relevante de esta decisión es que el FMI evitó recurrir a la figura del waiver, lo que sugiere que la administración de Donald Trump podría haber influido en esta determinación, considerando a Milei como un aliado estratégico. Según informaron fuentes cercanas a las negociaciones, el estatuto del Fondo permite conceder hasta dos waivers por incumplimientos, y se anticipa que en la segunda revisión será necesario otorgar uno. Así, se le brinda a Milei un mayor margen de maniobra.
Además, el FMI ahora evaluará la meta global de acumulación de reservas netas para el programa anual, lo que podría cambiar la dinámica de las expectativas. Argentina enfrenta un pago de USD 850 millones este viernes 1 de agosto, monto que se cubrirá directamente con este nuevo desembolso de divisas del FMI.
Otro dato significativo es que, durante el mes de junio, los argentinos adquirieron más de USD 2.000 millones a través de home banking, cifra que supera con creces lo que queda del desembolso mencionado. En el comunicado también se hace referencia al avance hacia un esquema cambiario más flexible. Desde que se levantó el cepo para personas físicas, el valor del dólar se incrementó casi un 30%. Un economista que está al tanto de la situación afirmó: “Era la devaluación que pedía el FMI, la están realizando en cuotas”.
El FMI mantuvo sus críticas hacia la gestión monetaria del Gobierno, subrayando la necesidad de “una mayor claridad respecto al régimen monetario de mediano plazo”, lo cual es esencial para consolidar aún más la desinflación. “Es fundamental preservar la flexibilidad cambiaria, mientras se continúan los esfuerzos sostenidos para reconstruir las reservas. Esto es crucial para que Argentina pueda gestionar mejor los choques y acceder de manera duradera a los mercados internacionales de capital en condiciones más favorables”, agregó el organismo.
Esta postura del FMI contrasta con la visión de Milei y Hernán Caputo. La historia ha demostrado que los acuerdos con el FMI suelen resultar inflacionarios, ya que sus manuales interpretan el fenómeno casi exclusivamente desde una perspectiva monetaria y fiscal, integrando con dificultad la variable cambiaria. Esta tensión con el gobierno de Milei se basa en la creencia de que su futuro electoral depende de controlar la inflación sin desencadenar una devaluación descontrolada.
En resumen, el comunicado del FMI se destaca por su vaguedad, carente de fechas específicas y cifras contundentes. El organismo, que se enorgullece de ser un “patrón de los números”, parece haber emitido un comunicado lleno de buenas intenciones pero sin el respaldo de datos concretos.