El equipo económico del gobierno atraviesa una etapa de confusión mientras intenta encontrar la forma de controlar el incremento desmedido de las tasas, resultado de la eliminación de las Lefi.
Desde el Ministerio de Economía, enfrentan las consecuencias de desmantelar este instrumento de deuda, lo que desató una corrida cambiaria. En un principio, intentaron contener la escalada del dólar a través de un aumento drástico de las tasas, pero actualmente buscan reducirlas debido a la falta de actividad económica.
A pocas horas de que venza un gran volumen de deuda en pesos, la City se encuentra envuelta en un torbellino de rumores. Bancos, mesas de dinero y grupos de WhatsApp financieros están en ebullición: se habla de pases, encajes y algunos incluso se atreven a mencionar la palabra "reestructuración". Eso sí, de manera "voluntaria", para que suene más amigable.
El clima se complica porque el Gobierno enfrenta un desafío financiero monumental. Este miércoles, el Tesoro deberá afrontar un muro de vencimientos de Lecap que asciende a aproximadamente $15 billones. La jornada anterior, el mercado experimentó una fuerte volatilidad, con tasas de cauciones que alcanzaron el 88%.
La urgencia del oficialismo se hizo evidente el lunes. Apenas dos horas después de que el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, presentara la canasta de instrumentos para la licitación, debió sumar dos TAMAR (títulos ajustados por tasa) para atraer a los inversores. La razón detrás de esta decisión fue la inestabilidad de las tasas en el mercado. Además, el martes, la ventanilla de liquidez diaria para captar pesos frescos operó con una tasa de caución que duplicó la de política monetaria.
El analista financiero Christian Buteler resumió la situación diciendo: "Cantaron retruco, se dieron cuenta que tenías dos 4 y te cantaron vale cuatro. Buscan alargar plazos y establecen montos máximos para las letras más cortas, pero si necesitás plata abrimos una ventanilla contra las letras de mayor a 60 días. PD: Por favor, suscriban".
En el mercado, se percibe la confusión del equipo económico, lo que evoca recuerdos de los tiempos de Martín Guzmán y Mercedes Marcó del Pont durante el albertismo.
"Los Anker son expertos en bancos de inversión como los de Wall Street, pero no en banca minorista, que es la que opera en Argentina", comentaron a LPO desde el mercado.
Actualmente, la única salida que encontró el equipo económico consiste en implementar una fuerte intervención del BCRA. La autoridad monetaria ofrecerá pases activos contra letras de más de 60 días suscriptas en licitaciones primarias.
Esta medida, que aún no se ha oficializado, funcionará como una línea de liquidez de último recurso: los bancos que adquieran Lecaps más largas podrán descontarlas en el Banco Central a la Tasa Mayorista de Argentina (TAMAR) más un spread, con un límite relacionado a su Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC).
Ahora, la responsabilidad recae sobre los bancos. La pregunta que surge es si lograrán gestionar la liquidez diaria con estos instrumentos. Buteler advirtió: "Hay riesgos de que ocurra algo similar al fin de las Lefi, dejando pesos en circulación que presionen al dólar".
De cualquier manera, Quirno suma otro capítulo de improvisación, tras el fiasco del Bonte. "En junio se anunciaba la incorporación al cronograma de licitaciones de títulos públicos en pesos con suscripción en dólares, que sería hasta un máximo de USD 1.000 millones mensuales, hasta sumar USD 7.000 millones, sin embargo, las condiciones del mercado solo permitieron llevarlo a cabo ese mes", concluyó Buteler.