El entorno liberal arrasó con la línea de ética política y lanzó un video falso generado por inteligencia artificial donde Mauricio Macri supuestamente pide votar a Manuel Adorni. La maniobra, impulsada por los trolls de Santiago Caputo, encendió las alarmas en el escenario electoral y provocó una denuncia formal ante la justicia por parte del PRO.
En un ataque a la esencia misma de la democracia, el video exorbitante fue difundido en las redes sociales, señalando que votar a Adorni es la única forma de frenar el avance del kirchnerismo en las próximas elecciones porteñas. Esta publicación, realizada desde la cuenta llamada Tommy Shelby, alude de manera obvia a la serie Peaky Blinders, donde Caputo parece liderar un grupo que desafía toda ética en la política.
Macri, visiblemente indignado, utilizó la red social X para exponer el intento de fraude electoral, describiéndolo como una acción que busca confundir al electorado. Criticó de forma contundente a los responsables, indicando que son conocidos de su círculo más íntimo dentro de La Libertad Avanza. "Esta situación no solo es alarmante, sino que busca crear una ilusión de legitimidad a partir de un engaño", denunció.
La gravedad de esta situación no pone en duda los límites establecidos por la ley electoral. María Eugenia Vidal, quien lidera la campaña de Sylvia Lospennato, se unió a la crítica, reafirmando que las cuentas de la Libertad Avanza quebrantaron la ley al usurpar la identidad de Macri y promover un contenido engañoso, que puede causar confusión entre los votantes. Además, anunció que realizarían las denuncias correspondientes ante las autoridades judiciales.
Este episodio encierra diversas implicancias penales, desde fraude electoral hasta usurpación de identidad, reiterando que el clima electoral se ha vuelto tóxico y deshonesto en esta ocasión. La denuncia de Vidal resalta la inversión de 200 millones de pesos en campañas sucias por parte de la fundación de Caputo. Los ecos de este tipo de estrategia ya habían resonado en elecciones anteriores, donde los mismos actores realizaron maniobras similares.
En efecto, varios miembros del círculo de Caputo ya habían enfrentado denuncias en el pasado por prácticas deshonestas en campañas anteriores. La consultora Move, donde trabajaban, había estado al frente de una serie de desinformaciones sobre el ex candidato peronista Daniel Filmus. Ahora, el gobierno de Milei vive situaciones similares, desbordando la ética electoral al impulsar videos y mensajes burlones, todo en una desesperada carrera electoral.
Las acciones apresuradas y deshonestas acusan a los libertarios de carecer de consideración por la democracia y el estado de derecho. “Esto es más que fake news; es un elaborado plan de estafa electoral que atenta contra la institucionalidad en nuestro país,” denunció Gabino Tapia, ministro de Justicia porteño. Su fiel repetición de tácticas de manipulación añade un nuevo capítulo al conflicto entre las fuerzas políticas en juego.
Mientras la campaña avanza, el PRO busca no solo defender su legitimidad, sino también presentar una oposición fuerte ante una táctica sucia que se muestra cada vez más frecuente. Este choque de ideas y estrategias plantea serias interrogantes sobre el futuro del proceso democrático en Argentina, particularmente en un contexto donde la verdad parece no tener cabida ante el éxito electoral a cualquier costo.