El Gobierno argentino trabaja en los detalles finales de un esquema destinado a reinsertar en el circuito comercial los dólares que permanecen guardados como ahorro. Esta iniciativa, informan fuentes cercanas, fue postergada hasta después de las elecciones de este domingo debido a razones políticas que buscan evitar cuestionamientos y a la vez lidiar con un marco técnico complejo que implica asegurar el cumplimiento de estándares internacionales.
Con la economía en un punto sensible, el Ejecutivo busca revitalizarla para evitar una desaceleración acentuada, generada por un régimen monetario restrictivo. Evidentemente, no puede permitir la circulación de nuevos pesos, así que opta por incentivar el ingreso de dólares que actualmente descansan en los colchones de los ciudadanos, es decir, en un espacio informal y no declarado del sistema bancario.
No es la primera vez que se intenta una medida similar. El último intento, un blanqueo de capitales, logró reunir aproximadamente USD 20.000 millones de ahorros que regresaron al sistema financiero. Esto tuvo un efecto en el aumento de préstamos en moneda extranjera, tal como esperaba el equipo económico. Sin embargo, el contexto político ha motivado que esta nueva presentación se haga más tarde para evitar la exposición a críticas que podrían surgir en medio de la contienda electoral.
El Gobierno ha decidido no arriesgarse a ser cuestionado por otras fuerzas políticas, especialmente por el temor a que la reactivación monetaria se interprete como un debilitamiento del control sobre el lavado de activos y otros delitos graves. Además, el diseño técnico deberá asegurar que la nueva medida respete las normativas internacionales y no provoque una alarma por parte del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
Una de las novedades que se anticipan es la modificación en la declaración del Impuesto a las Ganancias, en particular para los trabajadores autónomos. En este sentido, se pretende flexibilizar el régimen actual, que exige aclarar detalladamente los ingresos y gastos, permitiendo en cambio que se declare únicamente el monto de ganancias netas. Este cambio podría no impactar a aquellos contribuyentes con mayores patrimonios, quienes seguirían obligados a detallar sus activos.
Por otro lado, el equipo económico sostiene que para mantener la actividad en crecimiento se requiere un proceso de remonetización, pero no en pesos, sino en dólares. Esto ha sido el mensaje que ha compartido el ministro de Economía, Luis Caputo, con distintos inversores a través de diversas reuniones. Según lo reportado por la consultora Quantum, el incremento previsto del M2, que junto al nuevo acuerdo con el FMI podría implicar que los agregados monetarios se mantuvieren estables con respecto al PBI.
Sin embargo, no hay intervención del Banco Central en el mercado cambiario, y son los individuos los que depositan dólares en los bancos. A su vez, los especialistas advierten que para mantener este flujo en el futuro se necesitará generar condiciones atractivas para los ahorros en dólares. Recientemente, un informe del Instituto de Estudios de Ieral de la Fundación Mediterránea encendió alertas sobre el estado actual de la actividad económica, señalando un notable freno en el crecimiento durante marzo. Este se puso en evidencia ante la aceleración inflacionaria y la incertidumbre generada por los cambios en el tipo de cambio oficial.
A medida que se avanza hacia el segundo semestre, la necesidad de mantener la actividad económica se vuelve crítica. Las proyecciones indican que aunque solo se movilice un 2% de las tenencias de divisas, que estiman en USD 400.000 millones, esto podría traducirse en transacciones por USD 8.000 millones, generando ingresos fiscales significativos.